Los investigadores esperan que las personas que reciben el zumo de granada demuestren  un mejor rendimiento cognitivo en comparación con los que recibieron un placebo después de uno, seis y doce meses. Los investigadores creen que la decadencia y la respuesta al tratamiento cognitivo variará de acuerdo con un riesgo genético de la enfermedad de Alzheimer.

Los investigadores estudiarán 212 sujetos sin demencia edades 50-75 años. Inicialmente, los sujetos serán sometidos a una evaluación clínica, una resonancia magnética y una extracción de sangre para determinar el riesgo genético y para descartar otros trastornos neurodegenerativos vinculados a problemas de memoria.

Posteriormente, los sujetos serán sometidos a las evaluaciones de la primera memoria (o neuropsicológicas). Tras la primera evaluación, los sujetos comenzarán beber el zumo (o bien el zumo de granada o el placebo). Los sujetos serán sometidos a una prueba de memoria breve en la marca de un mes. A los seis meses, los sujetos tendrán una segunda evaluación, neuropsicológica completa. La evaluación final se llevará a cabo al final del estudio, la marca de 12 meses. Sangre adicional se elaborará al inicio del estudio ya los 12 meses y se congela para evaluar los marcadores de inflamación si los resultados son positivos.