Zumo de granada y el cáncer de próstata
Se denomina cáncer de próstata al que se desarrolla en uno de los órganos glandulares del sistema reproductor masculino llamado próstata. El cáncer se produce cuando algunas células prostáticas mutan y comienzan a multiplicarse descontroladamente. Éstas también podrían propagarse desde la próstata a otras partes del cuerpo, especialmente los huesos y los ganglios linfáticos originando una metástasis.
Esta afección puede causar dolor, micción dificultosa, disfunción eréctil, entre otros síntomas.
La enfermedad se desarrolla más frecuentemente en individuos mayores de 50 años. Es el segundo tipo de cáncer más común en hombres. Sin embargo, muchos hombres que desarrollan cáncer de próstata nunca tienen síntomas, ni son sometidos a terapia. Diversos factores, incluyendo la genética y la dieta, han sido implicados en su desarrollo, pero hasta la fecha (2005), las modalidades de prevención primaria conocidas son insuficientes para eliminar el riesgo de contraer la enfermedad.
En un estudio de la Universidad de Islandia llevado a cabo durante cinco años, se determinó que los trastornos del sueño pueden tener una influencia en el padecimiento de la enfermedad, aunque no probaron relaciones del tipo causa – efecto. De acuerdo al estudio, los hombres con trastornos de sueño tienen una propensión de hasta el doble de probabilidad de desarrollar la enfermedad en comparación a aquellos hombres sin los mismos trastornos.1 2
La detección se lleva a cabo principalmente por la prueba en sangre del antígeno prostático específico, llamado PSA (acrónimo inglés de prostate-specific antigen) o por exploración física de la glándula prostática (tacto rectal). Los resultados sospechosos típicamente dan lugar a la posterior extracción de una muestra tisular de la próstata (biopsia), que es examinada en microscopio.
El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, o bien una combinación de todas. La edad y el estado de salud general del afectado, tanto como el alcance de la diseminación, la apariencia de los tejidos examinados al microscopio y la respuesta del cáncer al tratamiento inicial, son vitales en la determinación del resultado terapéutico.
Varios estudios han mostrado que diferentes partes de la granada (fruta, pieles, cáscara,
semillas, etc.) al natural o fermentadas ejercen efectos antiproliferativos. Albrecht et al mostraron que varios extractos
obtenidos de la granada inhibían in Vitro la proliferación de varias líneas celulares de cáncer de próstata tanto
hormono sensible (LNCaP) como hormono resistentes (PC-3 y DU 145). Por el contrario, no se afectan las células
prostáticas normales. Malik et al5 evaluaron el efecto antiproliferativo y proapoptosis del extracto de granada en
células muy agresivas de cáncer de próstata hormono-resistentes (PC-3) y observaron inhibición dosis dependiente del
crecimiento celular e inducción de apoptosis. Este efecto se conseguía por descenso en la expresión de la proteína del
gen anti-apoptosis Bcl-2 y aumento de la expresión de la proteína del gen pro-apoptosis Bax. En un experimento in
vivo en el que implantaban en ratones atímicos, células de cáncer de próstata sensibles a hormonas, observaron que en
los animales a los cuales se les administraba extracto de granada como único líquido para beber se retrasaba el
crecimiento de los tumores comparados con los animales que solo bebían agua. Además los animales que recibían
extracto de granada, mostraban una reducción significativa (hasta 85%) en la producción de PSA5
observaron similares resultados del zumo de granada en cuanto a la inhibición del crecimiento in vitro e in vivo de
células de cáncer de próstata. También observaron que las urolitinas (metabolitos del ácido elágico) se localizaban en
la próstata y que inhibían el crecimiento tanto de las células hormono-sensibles como de las hormono-resistentes.
Recientemente, Koyama et al han demostrado en células de cáncer de próstata que el zumo de granada induce
apoptosis a través de inhibición del IGF7
. Estos resultados sugieren que el consumo de granada puede retardar el
crecimiento del cáncer de próstata lo que podría prolongar la vida de los pacientes y mejorar la calidad de la misma.